¿Nos intoxicamos lentamente a través del agua que bebemos? 

Saca tus propias conclusiones.

Esto mejora su sabor y reduce la cal.

El agua del grifo contiene residuos sólidos que arrastra desde las tuberías hasta que llega a tu vaso pero, además, contiene alrededor de 100 productos químicos añadidos para hacerla potable. 

Todos son legales y están recogidos en el Boletín Oficial del Estado como veremos en un momento.

Sin embargo, el agua embotellada puede contener aún más químicos con el objetivo de preservarla más tiempo, hasta 3 años según la fecha de caducidad indicada en los envases, y podría durar indefinidamente si no fuera porque tanto el plástico como el cristal de la botella terminan degradándose y mezclándose con el agua en pequeñas partículas. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aparentemente no resulta preocupante la cantidad de microplásticos que consumimos a través del agua pero, sinceramente, reconocer esto ya me preocupa bastante.

De manera que todo está bien, todo es legal y no hay motivo para alarmarse ni tomar medidas... ¿seguro?

Gracias al proceso de potabilización que se utiliza para toda el agua de consumo humano, cada vez más rincones del mundo tienen acceso a un agua segura, se eliminan epidemias y enfermedades que habitualmente se transmiten por el agua no tratada. 

Pero, al potabilizar el agua, le añadimos químicos que introducimos en nuestro organismo cada vez que bebemos. 

Éstos han sido añadidos en proporciones “seguras” para la media de la población. 

Sin embargo, no todos los cuerpos tienen la misma tolerancia y pueden producir molestias u otros problemas de salud que pasan desapercibidos porque se los achacamos a otras cosas, ya que nadie piensa que pueda ser provocado o empeorado por el agua, y porque estamos acostumbrados a sufrirlos de manera cotidiana. 

¿Qué me dices? ¿Que no crees que el agua potable tenga tantos químicos?...